El Sorocabana está cumpliendo 76 años y es el único que resiste y permanece entre tantos que existieron en su momento en diversos puntos del país.

Es un lugar que hizo historia en Uruguay y que hoy sólo se puede encontrar en Durazno, con sus mesas, sillas y habitués, que no faltan ni un día a este ritual de compartir un café con amigos.

Originalmente, este Sorocabana se instaló en Durazno en 1942 y hasta 1971 funcionó en el mismo local donde hoy hay una conocida tienda de ropa.
En febrero de 1971 se mudó al lado del actual, y en 2006 pasó a ocupar la esquina de 18 de Julio y Herrera.

El Sorocabana está ambientado con la típica estética marcada por las mesas redondas y sillas de respaldos curvos y tapizado verde. Es increíble cómo se han conservado y ojalá lo sigan haciendo por mucho tiempo.

Una mesa con nombre propio
Orlando Aldama fue un habitué del Sorocabana y sus amigos quisieron homenajearlo con esta chapa que colocaron en “su” mesa, a la que la barra llama “la mesa de los viejos”.
Cualquier persona que conozca un poco el lugar, no se sienta allí porque es la mesa de este grupo, aunque sus integrantes dicen que si ven a alguien en ella, sencillamente, se ubican en otra.

 

Extractado de Descubriendo Uruguay.com