Prevenir el suicidio: una preocupación tuya, mía y de todas las personas.

El Suicidio, un asunto doloroso que no solo afecta a las personas que rodeaban a quien ya no tienen más cerca, sino es una preocupación de toda una sociedad y de interés en términos de salud pública, que se puede evitar.

En los últimos años, el número de personas que se quitan la vida, en lugar de disminuir, ha aumentado. La Organización Mundial de la Salud reporta que, en los últimos 45 años, el número de suicidios a nivel mundial se ha incrementado en un 60%. Diariamente, en el mundo 3000 personas en promedio ponen fin a su vida; sin embargo, lo que es aún más preocupante es que el número de personas que intentan acabar con su vida es 20 veces más que el número de personas que cometen el suicidio. Entonces, ¿la prevención del suicidio debería seguir siendo un asunto solo de quienes tienen un caso cercano?

Prevenir el suicidio es un asunto de todos y no de pocos y, hoy más que nunca esta afirmación se ha hecho más visible ante la situación cambiante que vive el mundo con la pandemia. Los tiempos de crisis y estrés nos ponen en una situación de vulnerabilidad que muchas veces creemos que nos van a superar, no podremos controlar y mucho menos solucionar, lo cual nos hace sentir abrumados, tomar decisiones de manera impulsiva e igualmente, poner nuestra salud tanto física como mental en riesgo. El primer paso que todos debemos dar es aprender a hablar abiertamente sobre el Suicidio, pues este conocimiento nos puede ayudar a identificar más rápido si alguien cercano presenta ideas de muerte y, de este modo, también nos ayudará a consultar con un especialista en el menor tiempo posible. Por otro lado, cuando hablamos sobre este asunto generamos en las personas entornos más seguros donde se pueden sentir comprendidos y buscar un apoyo en el menor tiempo posible.

Entonces, en este sentido es importante definir primero ¿qué es el suicidio? El suicidio es el acto que realiza una persona cuando pone fin a su vida debido a un conjunto de diversos factores que pueden variar de una persona a otra, entre los cuales podemos encontrar componentes relacionadas con enfermedades mentales u otro tipo de enfermedades, con la impulsividad, eventos estresantes, el sufrimiento, el dolor, e incluso con temas sociales o culturales.

¿Qué personas son más vulnerables?

Se ha observado que las personas con mayor riesgo a presentar ideas de muerte son aquellas que en el pasado han intentado acabar con su vida, aunque esto no quiere decir que una vez realice un intento lo volverá a realizar. Igualmente, presentan mayor riesgo aquellas que pueden estar pasando por un episodio de depresión, de ansiedad, una enfermedad crónica, una crisis emocional, una pérdida, una situación de violencia, abuso o discriminación, o que se sienta socialmente aislada. También son más propensas las personas que han vivido algún trauma, que abusan del alcohol o las drogas ilicitas, o que presentan problemas a los cuales no logran encontrarle una solución diferente.

¿Qué sucede en las personas que presentan ideas de muerte?

La gran mayoría de personas que tienen ideas de acabar con su vida se sienten abrumadas por su circunstancia, sienten que la situación que están viviendo los supera, no saben cómo manejar su estrés, se sienten incomprendidos, que no valen nada y tienen la percepción que no tienen fuerzas suficientes para soportar su sufrimiento y sobrellevar las emociones. La gran mayoría del tiempo presentan pensamientos negativos, inquietantes y de desesperanza. Cuando los síntomas se van acentuando, el sentido por vivir se ve desvaneciendo, no logran encontrar una razón para continuar con su vida y su actitud frente a la vida es desesperanzadora. Es usual que piensen que todas las personas estarían mejor sin ellos, pues se sienten solos, así estén rodeados de las personas que los aprecian. Además, en el cerebro ocurren procesos químicos que se alteran ante dichos sentimientos y pensamientos. Todo lo anterior, los lleva a que la única solución que perciben es la de finalizar con su vida.

Y ¿cómo podemos ayudar?

  1. Debemos ofrecer en nuestras casas, en los trabajos y en los centros educativos, espacios de conversación donde la persona se sienta segura y acogida para expresar abiertamente sus sentimientos sin sentirse juzgado o estigmatizados.
  2. Ser compasivos y amables con las personas; tan solo una sonrisa o una palabra de aliento puede tener un efecto positivo en la vida de quien la recibe.
  3. Brindar un apoyo sincero cuando alguien busque tu ayuda. Es importante que no minimices ninguna señal o llamado de ayuda; recuerda que si tu no puedes controlar la situación, debes buscar la ayuda de los profesionales en Salud Mental.
  4. Abraza la Salud Mental. Lamentablemente los juicios, el estigma y el desconocimiento que rodea a las enfermedades mentales han llevado a que muchas personas no busquen ayuda a tiempo para que su bienestar no se vea comprometido.
  5. Recuerda que las enfermedades mentales son como cualquier otra enfermedad, necesitan de un apoyo médico; los profesionales en Salud Mental te van a escuchar, orientar, apoyar, brindar el tratamiento que necesitas y así ayudar a superar tu enfermedad. Buscar ayuda a tiempo salva vidas.
  6. La naturaleza y el ejercicio son aliados de la Salud Mental; por lo tanto, motivar a la persona a realizar alguna actividad física y estar conectado con la naturaleza puede ayudar. En este aspecto, también socializar con otras personas puede ser de gran ayuda.
  7. En el caso que identifiques que una persona presenta un alto riesgo de hacerse daño es fundamental que no la abandones, que la acompañes en todo momento y le recuerdes que no están solos. Buscar inmediatamente ayuda de los profesionales en salud mental es vital; de ser necesario acude a urgencias psiquiátricas. También es importante que no dejes al alcance de la persona elementos con los que se puede hacer daño. Recuerda, tu puedes salvar su vida.
  8. En muchas ocasiones es necesario hospitalizar a la persona en un centro de salud mental para ofrecerle un tratamiento adecuado y evitar el suicidio; si el médico les propone como parte del tratamiento la hospitalizaciónes importante que la aceptes y no lo rechaces, porque esto podrá salvar la vida de la persona.

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Bibliografía: https://www.who.int/mental_health/prevention/suicide/suicideprevent/es/