Foto:Javier Villasuso.

Por Carlos Fariello.

Muchas veces nuestra atención no se detiene en pequeñas cosas que hacen a pintorescas situaciones cotidianas. Las más de las veces pasan desapercibidas.

Mientras en la Francia de la libertad y la fraternidad, a su presidente le propinan una cachetada en público, o le lanzan un huevo, aquí suceden otras cosas muy diferentes.

En oportunidad de la visita del presidente Luis Lacalle Pou a Durazno, con motivo de los festejos por los 200 años de fundación de la ciudad capital de aquel departamento, muchos pudieron apreciar y los fotógrafos registrarlo. Nos referimos a un encuentro entre un hombre del lugar que se acerca a saludarlo y la respuesta que recibe del primer mandatario.

Dos hombres, que más allá de la posición que ocupan en la sociedad, cumplen con una costumbre de acá, la de saludarse. Envidiable en otras latitudes donde las jerarquías suelen estar rodeadas de guardaespaldas y de toda una parafernalia de tecnologías que velan por su seguridad.

Aquí no, las cercanías siguen definiendo nuestra forma de ser y de relacionarnos de manera civilizada.

Foto:Javier Villasuso.