Por Carlos Fariello

En la Plaza Artigas, por calles Lavalleja y Ansina, en esa esquina estaba la casa de los Ryzowy.

Don Isaac se había instalado allí en 1934 proveniente de Polonia, abriendo las puertas de su tienda “Varsovia”.

En la cultura judía destacan, en lo musical, algunos instrumentos típicos como el acordeón, el clarinete y el violín. Precisamente Ryzowy era poseedor de un violín.

Don Carlos Scaffo, otro querido vecino del Durazno, adquirió ese violín para Lacio que ya pintaba como un promisorio músico.

Años después, ese jovencito se convertiría en violinista integrando la orquesta sinfónica del SODRE.