La canción ha terminado pero la melodía persistirá.

Todos, de alguna manera, estuvimos involucrados en la acción o en el deseo, para la recuperación de Martina, esa pequeña que enfrentó con convicción una situación más que complicada de su salud y a unos padres que hicieron todo lo posible.

La pérdida de un hijo es posiblemente la circunstancia más difícil de superar.

Pero, como escribió Thomas Campbell “Vivir en corazones que dejamos atrás no es morir”.

 

Cuando un niño se muere
se agrieta la tierra
Las nubes se estadían
las olas del mar quedan sin fuerza…
Cuando un niño se muere
las aves ya no vuelan
el cielo llora en silencio
el sol de blanco y negro queda,
cuando un niño se muere
las tardes fallecen con él
la brisa ya no consuela
las horas derraman lágrimas

las estrellas en la noche velan…

Cuando un niño fallece

las madrugadas dejan de latir

lo que un día fue esperanza

dejó de ser un momento feliz…

Pues tan sólo recuerda

lo que ese niño fue para ti

no dejes que tu corazón con él muera

¡has que tus ojos brillen!

recuerda todas esas primaveras

presentes y vivas en tu sentir…

Kamyl