Se tienen menos necesidades cuanto más se sienten las ajenas.

En torno al accionar de los evacuados, a lo largo de tantas situaciones similares ocurridas en Durazno, se han tejido varias historias, algunas reales y otras exageradas según el momento. En ese sentido, la generalidad hace que afecte a muchos que en realidad guardan en tal circunstancia, una actitud digna de ser destacada.

 

Irene Delgado vive en la zona de Plaza Artigas,  a cuatro cuadras del río y en esta oportunidad, las aguas llegaron a su casa y pasaron una cuadra más.

“En esta ocasión se vino rapidísimo, ls verdad que nunca pensamos que iba a venir tan rápido. La del 2007 nos sacó, la del 2016 también pero no fue con la urgencia de esta creciente. Nos acostamos tranquilos porque estaba lejos el agua y al otro día nos despertamos con el agua prácticamente en casa. Al rato nos sacó” dijo Irene.

Y ahora como muchos evacuados, está retornando a su casa y para eso, debe pasar por toda la etapa de limpieza y recuperación de la vivienda. “Apenas bajó que como la crecida, también fue bastante rápida, vine a limpiar, un proceso de mucho trabajo porque queda mucho barro  y como estábamos en una carpa, apenas pudimos nos venimos.”

Irene tiene cuatro hijos y se evacuó por sus propios medios, instalándose en una carpa cerca de su hogar. “Teníamos una carpa grande con los muebles y dentro de ella un honguito donde dormíamos con los niños para pasar más abrigados”.

No pidió ayuda al Comité de Emergencia. Lo dijo con una naturalidad propia de los humildes, a pesar de la circunstancia dolorosa que resulta de esta situación que vivieron miles de duraznenses. “Yo tenía unos pesitos y para sacarle a otro que realmente lo necesita, preferí no pedir nada y comprarme mis cosas. Acá en el barrio somos muy solidarios – agregó –  empieza a salir la gente y el vecino de arriba ayuda al de más abajo y para volver a la casa, también nos ayudamos mutuamente. Los niños no faltaron ningún día a la escuela porque en realidad por la humedad, estaban mejor en la escuela que en las carpa.”

La colega Andrea Madera rescató esta historia para su informe en Canal 10. Sabemos que en realidad es uno de varios casos similares, donde las penurias que viven ante la crecida del río, no les deja ocultar el sentido de solidaridad.