Por Carlos Fariello.
La crónica policial ya abunda en registros casi diarios de violencia, una violencia a la cual no estábamos acostumbrados los duraznenses, la violencia relacionada con un ilícito que, como un cáncer, está, parece, en disputa por la sociedad: el narcotráfico.
Emtre muertos y heridos ya lleva la realidad local una preocupante contabilidad de hechos desgraciados donde las victimas son, casi siempre, jóvenes.
La lucha contra el consumo de las drogas y el otro combate frontal, que debiera ser mucho mas severo, revisando incluso cuestiónes humanitarias y de derechos, exigen una política coordinada y un plan efectivo de acción.
No podemos quedar expuestos al riesgo de ser una plaza abierta al delito, un territorio donde la delincuencia obre a su manera.