Los violentos.
Hace un tiempo que la violencia ha cobrado un auge inusitado que nos alarma, viéndose involucrados niños, jóvenes, hombres, mujeres, padres, la escuela, la cancha, la calle, el hogar, en nuestra ciudad como en otros lugares.
Situaciones cotidianas nos conmueven u horrorizan siendo el pan nuestro de cada día y la manera natural para relacionarnos en nuestra sociedad, llegando a fomentarse como un espectáculo por los testigos o por los que analizan los hechos en las redes sociales.
“Este fin de semana se vivieron dos episodios de violencia: uno en el Complejo La Curva, en torneo de fútbol 7, y el otro en el estadio 14 de octubre” escribía en su Facebook el colega Mauricio Delgado.
“En el primero de ellos agredieron físicamente a Seferino Acosta, en el segundo, juego de Primera División, Nacional Juvenil, se le pegó a José Manuel Ávila.
En estos momentos, Avila se encuentra realizando la denuncia pertinente en la Seccional 13. El árbitro, perteneciente a la gremial AIDU, tiene un fuerte golpe en el pómulo derecho.”
Lamentable.
¿Cuál es el origen ante este comportamiento antisocial? ¿Cuál es el factor socio determinante para adoptar estos actos? ¿Qué hacen nuestros gobiernos en atender a las personas psicópatas y enfermas del alma? ¿Qué podemos hacer ante tanta violencia en nuestra sociedad?
Son preguntas sin respuestas, bueno quizá una media respuesta que solo nosotros mismos podemos contestarnos en un determinado plazo.
Deberíamos enfocarnos entonces ante una realidad que se nos va de las manos.
Nuestro tiempo de transformación y cambios pone de manifiesto que los ideales, los valores y la función de autoridad transmitida por la familia –pilares que nos sostenían en la vida– han caído en el descrédito, y la palabra ya no cuenta con su validez y eficacia.
¿Estamos a tiempo de cambiarlo? Creo que sí, porque una minoría destructora e ignorante del respeto hacia el prójimo, no puede imponerse, pero, para que ello suceda, cuando ocurren hechos como los de este fin de semana u otros tantos no necesariamente en el deporte ocurridos anteriormente, se debe ser rigurosos en las medidas legales que castiguen tan lamentables acciones.
Comunicado de Jefatura de Policía