Ponte en sus zapatos…

Del muro de Alexander Echeverría.
Saqué esta foto en La Mazamorra, podría haber puesto otra, alguno de los ranchos abandonados, otros destruidos, alguna foto del camino de tierra y pasto, alguna de uno de sus poquísimos habitantes u otra. Pero elegí esta, la de un zapato perdido debajo de un alambrado, casi escondido pero a la vez queriendo contar su historia que no sabemos cuál es en realidad, pero seguro nos puede ayudar a entender que para llegar hasta allí y terminar sus días de zapato en tal silencio y lejanía tuvo que haber caminado kilómetros de sacrificios, alegrías, tristezas, desencuentros y ¿porque no? bailes en su mejor momento.
Los zapatos, son testigos de algunos de nuestros mejores y peores momentos.
Si pudieran hablar nos servirían para recordarnos el camino que nunca debemos volver a pisar o por lo contrario, aquel que debemos pisar con firmeza para lograr lo soñado.
También nos recuerdan que a veces debemos ponernos el los zapatos del otro, para sentir lo que siente o para entender lo que hace antes de juzgar tan descalzadamente.
Ojo donde dejas tu zapatos, puede haber un fotógrafo con ganas de escribir algo.