El edil Edgardo Lerena presentó en la Junta Departamental renuncia a su lugar en la Comisión de Eventos. La nota respectiva ingresa en la primera sesión del Cuerpo de este viernes.

Demoró bastante el curul en tomar esa decisión.

Su argumento fundamental que ha explicado en distintos medios, es que se le ignoraba totalmente en el seno de la Comisión que organiza los eventos de Durazno, utilizando para ello y con énfasis la frase “estamos pintados”.

Pero lo paradójico de su decisión, que pinta por otra parte en cuerpo entero la rara característica de su personalidad, es que ese malestar lo ha venido manifestando desde hace dos años y sin embargo, siguió participando en las reuniones de la Comisión, aunque estas fueran en los últimos días previos a cada evento.

Se conformaba con poder incidir en la contratación de tal o cual artista y se jactaba públicamente mencionándolo en cada oportunidad que se le presentaba.

El colmo fue la última edición del Festival de Folclore, donde reconoció en la prensa su “gestión” en el seno de la Comisión, para la elección del Premio Revelación.

No vacilaba en criticar duramente a sus compañeros por vías que no eran las adecuadas y olvidando que representaba a la Junta Departamental, nunca se escuchó un planteo de la situación “anormal” que atravesaba, cuando era allí seguramente donde debería haberlo hecho.

Generalmente, querer demostrar coraje para decir ciertas cosas, no corresponden por su forma a un edil departamental.

Como señalábamos al principio, demoró en irse. Si no estaba a gusto, si estaba incómodo, si poco podía aportar, para qué mantenerse tanto tiempo en una Comisión.

A los eventos le viene bien su alejamiento y es de esperar que la Junta Departamental, si tiene que designar nuevos integrantes para la Comisión que los organiza, apunte a quienes tengan capacidad para la tarea, que piense en la importancia de la misma y no en pequeñas chacritas en las que se movilizaba quien hoy se va enojado con los demás cuando él ha sido el único culpable de su lamentable, interesado y mezquino aporte.