Por qué cantan las chicharras cuando hace calor?

Mucha gente se queja diciendo que no puede dormir su siesta por el ruido y la invasión de las cigarras en el  verano.

El sonido característico de la chicharra nos ha acompañado desde niños.

Las chicharras , también llamadas cigarras, son grandes insectos que viven en las ramas de los árboles y aprovechan el calor para cantar sin parar una y otra vez, lo que puede resultar verdaderamente tedioso si las tienes cerca.

Si piensas en pararte a admirarlas, es bastante difícil ya que como mucho alcanzan los 6 cm de longitud, apenas se ven, tanto por el tamaño como por su color, similar al de las ramas y el tronco del árbol. Además, cuando detectan que hay presencia humana, dejan de cantar.

Las cigarras cantarinas con el calor

En realidad, no cantan, sino que emiten sonidos, lo que viene a ser oficialmente «estridular». Lo mismo que hacen los grillos, aunque comúnmente siempre se dice que cantan porque es lo que parece. Y no cualquier chicharra canta: solamente lo hacen los machos.

Para emitir estos sonidos no utilizan la boca, lo hacen con unos sacos de aire que tienen situados en el abdomen y que se inflan y desinflan a través de membranas que se llaman timbales. Estos sonidos son en realidad diferentes mensajes que quieren expresar, y las hembras pueden captarlos hasta a un kilómetro de distancia.

La potencia de su «canto», insoportable si lo escuchas mucho tiempo, aumenta según lo hacen las temperaturas. Es por ese motivo que parece que las chicharras cantan con mayor intensidad durante una ola de calor o en las horas centrales del día, cuando más altas son las temperaturas.

Los machos estridulan de manera diferente dependiendo de si lo que quieren es marcar territorio, emitir una señal de alarma o atraer sexualmente a las hembras. Ellas tienen un tímpano mucho más grande y sensible que el de ellos, precisamente para poder escuchar su llamada desde la distancia.

Increíble, pero cierto.