Ser locutor.

Para algunos un sueño por cumplir, para otros una asignatura pendiente, una profesión escondida. Otros tienen la dicha de que sea un trabajo diario, pero sin dudar, para todos, es una vocación que se lleva en el alma.

Porque la voz es el vehículo de nuestros sentimientos. Con nuestra voz dijimos mamá…papá…..con nuestra voz conquistamos a nuestro primer amor….nuestra voz la usamos para enseñarle a nuestros hijos…..con nuestra voz gritamos, lloramos, dijimos las cosas más duras y más hermosas.

Solo los que vivimos esta vocación, sabemos con certeza que nuestra voz es el puente entre nuestra alma y el mundo.

Por eso elegimos esta profesión.

Ser locutor es poder expresar con una palabra, un consejo, dar ánimo a través de un micrófono, hacer llorar con una interpretación, o sacar una carcajada con un acting.

Disfrutar vendiendo un producto, presentando algún programa de televisión o identificando un medio.

Nosotros sabemos que en cada frase que decimos, aunque estemos leyendo un texto escrito por otro, estamos dejando algo nuestro.

Algunos le llaman estilo, otros hablan de “marca personal”, ….esta publicidad tiene el “sello” de….tal o cual…….pero, nosotros sabemos que estamos dejando parte de nuestro ser en ese trabajo.

Eso es ser locutor…….

Por eso nos duele cuando no nos valoran, cuando lamentablemente hieren nuestra vocación, con actitudes o decisiones que nada tienen que ver con la pasión, el amor y la garra que le ponemos a lo nuestro.

Pero seguimos adelante. justamente por eso, porque nosotros no trabajamos de locutores, nosotros…somos locutores.

Como si fuese algo impreso en nuestros genes, incluso antes de nacer, nosotros teníamos esa misión. Nosotros tenemos esa Misión.

¡Y cuantos colegas duraznenses comparten esa tarea!

Y me permito decirles que hagan un esfuerzo más y busquen en su interior:  ¿Qué fue lo más bello que te regaló esta vocación?

Porque ser locutor es la vocación más linda y seguro, que algo bello, hermoso e irrepetible te regaló, ¿un amor? ¿Hijos? ¿Amigos?

¿Qué afecto cercano te regaló nuestra vocación?

Trata de capturar esos momentos que tienes en tu interior, y no los olvides…porque esa es tu esencia.

Ser locutor es ponerle sonido a nuestra alma. Por eso dejamos todo frente a ese micrófono que nos transporta.

Cuando se enciende la luz roja del tally, cuando el cartel de AIRE se ilumina, cuando escuchamos la orden o cuando vemos la seña del operador…

Solo nosotros sabemos lo que sentimos en esas milésimas de segundo…solo nosotros sabemos cómo transformar esos nervios iniciales, en el goce más hermoso.

Y los afectos…seguro que ser locutor, nos conectó con un afecto especial…un oyente que se convirtió en amigo, una admiradora que después fue nuestra amada, un compañero de trabajo que mágicamente un día empezamos a ver de otro modo hasta enamorarnos, o tal vez AMIGOS de fierro, esos que quizás, no vemos todos los días, pero que, si los necesitamos, están…esos que tienen nuestra misma esencia.

¡Colegas, amigos, profesionales destacados o quienes están empezando y que sueñan con tener esta profesión Feliz día!

 

Escrito por Héctor Rossi.